05 octubre, 2020

Perfil del periodista post pandemia: Innovar o morir profesionalmente

 



Mucho se ha hablado de los médicos en primera fila. Pero los periodistas viven su propia realidad también en primera fila en la cobertura informativa de la pandemia.

Este importante tema formó parte de la Conferencia “Comunicación e información en tiempos de pandemia”. Este evento lo organizó la Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán, Huánuco, Perú. Allí, tuve el honor de presentar la ponencia “Perfil del periodista post pandemia”.

Siempre, una pregunta obligada surge al plantear el tema ¿A qué se enfrentan los periodistas durante la pandemia?

Profesionales de la comunicación afrontan despidos masivos, reducción de salarios, contagios durante la cobertura de la crisis sanitaria e incluso la muerte.

Adicional a ello, los sobrevivientes del coronavirus o quienes aún no se contagian sufren en el día a día otra realidad: la dificultad para acceder a las fuentes informativas en cuarentena y la desinformación que esto genera en la audiencia.

Según la organización no gubernamental Press Emblem Campaign o Campaña Emblema de Prensa (PEC): las Cifras de periodistas fallecidos entre marzo y agosto de 2020 son las siguientes:

  • 366 periodistas han muerto en 47 países
  • 205 han fallecido en América Latina
  • 82 han perdido la batalla frente al COVID-19 en Perú
  • 40 Ecuador
  • 36 India
  • 31 Bangladesh

Estos indicadores dejan al descubierto que Perú es el país con la más alta tasa de decesos de comunicadores durante la pandemia.

En tanto, la Asociación Nacional de Periodistas y la ONG Press Emblem Campaign dan cuenta de otro drama en el mundo de las comunicaciones:

  • Cerca de 1000 despidos de periodistas se han producido en América Latina
  • Más de 400 profesionales de la comunicación han sido cesados en Perú
  • 10 medios han cerrado sus puertas en este país

Esta lamentable situación ha generado que más del 80 % de los periodistas se dediquen a ofrecer sus servicios de forma independiente. Así que muchos carecen de seguro médico, no cotizan en el sistema de pensiones, tampoco gozan de beneficios laborales y no hay quién vele por su seguridad durante las coberturas informativas. Peor aún, no reciben el verdadero valor económico por sus honorarios profesionales.

Preocupante contexto del periodista

Un recuento que levantó la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) nos arroja este preocupante contexto:

  • Publimetro anunció su cierre definitivo y el diario deportivo El Bocón dio por terminada su edición impresa.
  • El Grupo La República, con sus periódicos El Popular, La República y otros productos, despidió a más de 60 trabajadores.
  • El Grupo El Comercio, con sus diarios Trome, El Comercio, Perú21, Gestión, Correo y otros, aplicó una reducción de sueldos de 30 % durante mayo, junio y julio, para luego ordenar una reducción de personal, pese a haber sido beneficiado con el programa estatal de créditos Reactiva Perú.
  • El diario Correo prescindió de varios de sus corresponsales regionales y redujo el número de páginas en la edición de algunas provincias.
  • La Corporación Universal, que cuenta con los diarios Exitosa y Karibeña, así como radioemisoras y canal de televisión, adeuda meses de salario y beneficios sociales postergados.

Esto ha desencadenado que 400 puestos de trabajo se perdieran durante la cuarentena.

"La pandemia puso en evidencia la vieja precarización del sector”, dijo en una oportunidad Zuliana Lainez, secretaria general de la ANP. Y es bien cierto, la grave crisis sanitaria ha golpeado fuerte a este gremio.

Entonces, tenemos que no solo el personal médico ha estado en la llamada primera fila durante la pandemia del COVID-19. También los periodistas se han expuesto para informar sobre la crisis sanitaria, incluso a riesgo de su propia vida.


Enfrentar retos y asumir una visión global

Una vez que tenemos los antecedentes y el contexto, nos preguntamos

¿Cómo enfrentar los nuevos retos post COVID-19?

¿Cuál es el nuevo perfil del periodista post pandemia?

Diversos retos y reflexiones ha dejado en los medios y en los periodistas el virus y, definitivamente, debemos aprender la lección.

La “nueva normalidad” nos muestra innovadoras formas de presentar una información veraz en medio de tantas noticias falsas y confusiones causadas por personas en particular, redes sociales e inclusive medios que generan una gran nube gris y más preguntas que respuestas.

Y no es para menos. La Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, nos indica que “la forma de enseñar y, por ende, de aprender periodismo ha cambiado. Más aun en la actual época de pandemia, que ha transformado al mundo.

Ahora, las empresas periodísticas necesitan con urgencia de profesionales con una visión global de la industria, que entiendan sobre la composición de las audiencias, investigación,  interpretación de datos, que no solo se integren a un flujo de trabajo multimedia sino que, también, contribuyan a la rentabilidad de los medios”. 

Aquí, hago hincapié en dos aspectos que nos deja esta reflexión de la SIP. “La forma de enseñar periodismo, de aprender periodismo”. No podemos seguir enseñando en nuestras escuelas profesionales el periodismo que se ejercía hace unas cuantas décadas. Esto, porque la forma de dar y recibir información ha sufrido un radical cambio, con una complicada relación entre periodismo y plataformas digitales.

Entonces, los formadores de periodistas somos los principales llamados a actualizarnos, a formarnos acorde a la nueva era de la información y no pretender seguir enseñando a los alumnos un periodismo que ya no existe. Esa es la cruda realidad y debemos afrontarla con profesionalismo.

Nuevas formas de formar periodistas

Hay otras preguntas que responder:

¿Qué están haciendo las universidades?

¿Están produciendo las escuelas de periodismo el tipo de profesionales que necesitan los medios?

Al menos, ¿Están trabajando en nuevos programas de formación de periodistas y editores?

Al respecto, hay que destacar un paso previo que dio el Consejo Latinoamericano de Acreditación de la Educación en Periodismo (CLAEP) a finales de agosto de 2020. Directores, coordinadores y académicos participaron en la presentación en línea de la Cátedra CLAEP, bajo el título “El reto de enseñar periodismo emprendedor en las universidades”. Al evento nos conectamos más de 300 interesados en la calidad de la enseñanza del periodismo en tiempo de pandemia y post pandemia. El modo virtual resultó apropiado para satisfacer el escenario de dos vías: la enseñanza y el aprendizaje.

Entre las conclusiones de la cátedra CLAEP, la directora ejecutiva del Consejo Latinoamericano para la Acreditación en la Enseñanza de Periodismo (Claep), Susana Mitchell, reflexionó en el hecho de que “La pandemia desató una crisis mundial, en varios aspectos y áreas de la vida… Nos invita a repensar los antiguos modos de enseñar y aprender periodismo. Nos pone frente a miles de disyuntivas. Hay mucho por hacer”.

Y así el consejo asumió el reto de próximos encuentros para trabajar en este importantísimo tema. Por consiguiente, debemos atender ese llamado a repensar y a no quedarnos en antiguas maneras de enseñar y aprender en esta profesión.

Por otra parte, un panel de editores, periodistas, directivos y académicos analizó a fondo este tema en SIP Connect Online, un evento anual organizado por la Sociedad Interamericana de Prensa y que contó con la participación de más de 450 personas.

Entre las conclusiones y propuestas para mejorar el perfil del egresado de las universidades destaca: “Poner el acento en la enseñanza del periodismo emprendedor, en el periodismo de soluciones, el periodismo constructivo. Incorporar los temas de salud, ciencia y medio ambiente a los planes de estudio; así como la interpretación de los datos que se vinculan a dichas temáticas”.

En consecuencia, tomo textualmente la propuesta de la SIP y quiero que pongamos el acento bien grande en el tema.

Particularmente, me inspira el tema del periodismo emprendedor porque considero que debe ser y es un eje transversal de todos los cursos que los docentes dictamos en la formación de comunicadores y como tal lo he asumido.

Por ello, la experiencia con el emprendimiento de mi marca personal María Luisa Marketing de Contenidos me llena de tantas satisfacciones. Y es que me ha permitido un cúmulo de aprendizajes y conocimientos que aplico y pongo día a día a disposición de mi audiencia y de mis alumnos en esa hermosa y apasionante tarea de enseñar.

Sin embargo, todavía existen quienes se preguntan qué relación tiene el emprendimiento con el periodismo. En realidad, ese tema abarcaría otro artículo e, incluso, escenarios de discusión que se tienen que dar en nuestras escuelas de comunicación.

De hecho, la SIP llega a esta conclusión que más propicia imposible: “La pandemia desató una crisis mundial. Apura a repensar los antiguos modos de enseñar y aprender periodismo. Empuja las dinámicas de cambio que ya están en marcha. Deja a los que enseñan, los que aprenden y los que dan empleo frente a miles de disyuntivas. Y es, en ese panorama incierto, sin horizontes, donde suelen germinar los renacimientos. Es probable que allí se esconda el periodista post pandemia que andamos buscando.“

Precisamente, en ese panorama que la SIP llama incierto, tenemos que trabajar, tenemos que buscar los horizontes que nos permitan garantizar el ejercicio de la profesión periodística post pandemia.


Reflexiones y propuestas

El controversial tema del ejercicio profesional en la “nueva normalidad”, nos deja varias reflexiones y propuestas.

En primer lugar, debemos volver a los fundamentos del periodismo. De nada sirve comprender métricas o “analytics” (Google Ads, FB Ads, IG Ads, el Google Analytic de la web) si el servicio ofrecido no es de calidad, responsable y veraz.

En segundo lugar, y no menos importante, conocer en profundidad los intereses de las audiencias desde lo cualitativo, no tanto desde lo cuantitativo (aunque las métricas sean importantes). Responder a la interrogante ¿Para quién escribimos?, es de vital importancia.

De esta manera, es perentorio formar un periodista más humano, que no solo tenga un perfecto flujo de trabajo multimedia y que maneje los distintos formatos. El nuevo comunicador debe ser capaz, además, de crear su propia marca, más allá de aportar a la rentabilidad de algún medio.

En concreto, debemos preparar a un periodista innovador, creativo, de mente abierta, que se anime a hacer las cosas de un modo diferente. Un servidor de la sociedad, porque sí, hacer periodismo es dar un servicio; un profesional que brinde las garantías necesarias a su audiencia y que lo desvele más la calidad de la información que la cantidad.

Oportunidades y metas

Si bien es cierto que la peste cambió a la humanidad entera, también debemos reconocer que nos puso frente a grandes oportunidades y metas que alcanzar:

Subirnos a las actuales dinámicas del cambio, en todo lo vinculado con enseñar, aprender y trabajar en forma conjunta y colaborativa con medios, profesores, directivos, estudiantes y audiencias.

Enseñemos a escribir buenas historias, profundas, humanas, verdaderas, que expliquen lo complejo del mundo y logren fidelizar cada vez más nuestras audiencias.

Aprovechar las herramientas que tenemos para humanizar y hacer más efectivo el ejercicio profesional: la redacción digital, la redacción SEO, el copywriting y el storytelling no deben ser ajenos a nuestro ejercicio profesional y nuestras estrategias de aprendizaje en las escuelas de comunicación.

Y es que, definitivamente, y a manera de conclusión, no hay duda de que tenemos dos opciones: Innovar o morir profesionalmente.

Enseñar y aprender periodismo cambió para siempre

Debemos prepararnos y formar a nuestros alumnos para el nuevo perfil del periodista post pandemia

Tanto la academia como la industria de la comunicación y el periodista mismo deben sobrevivir al COVID-19, a las fake news y a la falta de confianza en el oficio.

No es tarea fácil, pero sí urgente. Empecemos a trabajar en ella.

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